La empresa estatal Energía Argentina (ex Enarsa) puso en marcha la compra de Gas Natural Licuado (GNL) en el mercado internacional, lo que servirá para abastecer la demanda interna pico durante el invierno. La reversión del Gasoducto Norte no estará lista para antes de esa fecha lo que ponía en riesgo el abastecimiento.
Las obras para revertir el sentido del Gasoducto Norte iban a finalizar a mediados de 2024; aunque debido a la demora que sufrió la licitación con el cambio de gobierno y rigideces del proceso administrativo el plazo se corrió a septiembre.
Compra de GNL
Producto de esa demora es que el gobierno nacional, según informó el portal Econojournal, avanzó en la licitación de los primeros diez buques de GNL. Según la información publicada por ese medio periodístico hasta el miércoles próximo Energía Argentina recibirá ofertas de los proveedores de GNL que quieran participar del proceso licitatorio. Es habitual que los detalles de operatorias de ese tipo se publiquen en su web o en el Boletín Oficial. Sin embargo en este caso ello aún no ha ocurrido.
De acuerdo con la información suministrada por Econojournal el primer barco de GNL llegaría el 20 de abril a la planta regasificadora de Escobar. El último lo haría, en pleno invierno, el 8 de julio.
Cerca de veinte buques en total serían necesarios para completar la oferta de gas invernal en el país. Un dato alentador para las finanzas es que el millón de BTU del GNL, una medida calórica estándar en la que se mide el gas, hoy es de unos USD 8 contra los casi USD 50 que Argentina debió afrontar en 2022, cuando los precios de los hidrocarburos estaban al alza por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Gasoducto frenado
La licitación de la reversión del Gasoducto Norte sufrió demoras debido a los problemas ocasionados por una de las cuatro divisiones en las que se particionó la obra. Las ofertas del denominado “renglón 1” estuvieron sobregiradas respecto al monto máximo admitido. Ello provocó que el gobierno de Alberto Fernández no concluyera con el proceso. Y el de Milei decidió efectuar una nueva licitación, lo que recomendaba la Corporación Andina de Fomento, quien financia gran parte de la obra con el aporte de USD 540 millones.
De manera que el tendido del caño troncal que unirá La Carlota con Tío Pujio recién esta semana será licitado por el Gobierno. Ello impide que el Gasoducto Norte pueda llevar Neuquén a las provincias del Norte, tal como pretendía una de las compañías transportistas (TGN). Será necesario recurrir al gas Chileno y Boliviano.
Negociar con Chile, Brasil y Bolivia
El plan del gobierno argentino es avanzar en un esquema de negociación con Bolivia, Brasil y Chile para obtener de 4 a 6 millones de metros cúbicos diarios de gas vía las cañerías que conectan al país.
Ello requerirá de diplomacia y poder negociador. La buena voluntad y solidaridad del presidente Gabriel Boric (Chile) y de Luis Ignacio Lula Da Silva (Brasíl) serán factores que probablemente incidan en la dirección que adquiera la solución al problema coyuntural de abastecimiento de gas de Argentina.
El presidente Milei, durante la campaña en 2023, calificó al chileno de “zurdo empobrecedor” y a Lula de “corrupto” y “comunista”. Hacía ambas fronteras los epítetos no fueron bienvenidos.
Milei, durante la campaña en 2023, calificó a Boric de “zurdo empobrecedor” y a Lula de “corrupto” y “comunista”.
Lo concreto es que se necesitan entre 4 y 6 millones de metros cúbicos diarios para abastecer a las provincias del Norte. Ese caudal podría fluir desde Bolivia o Chile.
Una negociación con la estatal boliviana YPFB requeriría de la participación de Brasil porque ese país tiene prioridad antes que Argentina en la provisión de gas, de modo que debería acordarse que se libere un cupo. Más allá de las complejidades diplomáticas de la coyuntura es importante recordar que la buena sintonía entre la antecesora del secretario de Energía de la Nación, Eduardo Rodríguez Chirillo, y los funcionarios del Palacio de Planalto en 2023 no sirvió de garantía para asegurar la misma gestión que casi se vio empantanada.
La segunda opción es utilizar el Gasoducto Norandino para traer el gas desde Chile. Lo que requiere la venta de parte de las industrias que utilizan de modo intensivo el combustible, las mineras entre ellas.
Ambas opciones requieren de una sintonía fina diplomática y negociaciones intensivas entre el sector público y el privado tanto en Bolivia, como en Brasil, Chile y Argentina.