La cantidad de fracturas realizadas durante 2023 alcanzaron un récord a pesar de problemas con la limitación de importaciones.
La actividad productiva en la formación alcanzó en 2023 unas 14.722 fracturas, lo que significó un incremento de 17,6% respecto al año anterior. Anuncian que para este año la cantidad de fracturas crecería “de manera exponencial”.
La actividad productiva en la formación de Vaca Muerta alcanzó en 2023 unas 14.722 fracturas, una marca récord que significó un incremento de 17,6% respecto al año anterior, al tiempo que se proyectó para este año que la cantidad de fracturas crecería “de manera exponencial” a 18.000 etapas.
Así se desprende del informe realizado por Luciano Fucello, Country Manager en NCS Multistage , en el cual se precisó que en diciembre se realizaron 1.125 fracturas, con una caída de 13%, respecto al desempeño alcanzado en diciembre de 2022 y una mejora de 9% respecto a noviembre pasado.
De esta manera, la marca récord del año se registró en septiembre cuando las operadoras realizaron 1.398 etapas de fractura, el mejor desempeño desde agosto de 2022 cuando se realizaron 1.379 etapas.
De acuerdo al informe, en diciembre se concretaron 1.125 etapas de fractura, que fueron desarrolladas por YPF con 371 etapas de fractura, con la particularidad de que la empresa también desarrolló tareas en otras provincias.
Se trata de las áreas no convencionales de Vaca Muerta en el límite sur de la provincia de Mendoza donde concretó 25 fracturas, y otro tanto se espera que en los próximos meses realice en la formación Palermo Aike en Santa Cruz, junto a su socia CGC.
El resto de las operadoras activas en diciembre fueron TotalEnergies (171 etapas), Tecpetrol (165), Pan American Energy (162), Shell (92), Pampa Energía (92) y Capex (72).
Con el nivel de actividad previsto para el presente año, NCS Multistage proyectó que se podrán alcanzar las 18.000 etapas.
En Argentina el termómetro de la actividad de los yacimientos no convencionales y la métrica comercial se da en términos de etapas de fractura, y no en cantidad de pozos o equipos de perforación activos, como suele suceder en el caso de yacimientos convencionales.
Asimismo, con el paso del tiempo las etapas de fractura se han transformado en una forma de medir de manera precisa la actividad económica del sector, tanto de manera directa como indirecta, utilizada tanto por sector privado como también por el sector público.