Entre este lunes 31 de octubre y el martes 1 de noviembre arranca una nueva ronda de quita de subsidios por la segmentación de tarifas comprometida en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Con esto, se aplicarán nuevos aumentos en el agua, la energía eléctrica (luz) y el gas natural por redes, que para el caso de los sectores de altos ingresos superarán el 100% acumulado en lo que va de 2022, mientras que en los sectores medios se mantienen en torno al 43%.
Desde este martes, los 530.000 hogares (15% del total) que viven en zonas de altos ingresos de la Ciudad y el Gran Buenos Aires perderán todos los subsidios que el Estado nacional pone en Agua y Saneamientos Argentinos (AySA); mientras que 1 millón de usuarios residenciales de zonas medias del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) quedarán con un 40% de ayuda; y los 1,8 millones de hogares en zonas vulnerables mantendrán un 45% de subvención. Los usuarios no residenciales, como comercios e industrias, tendrán un esquema similar al del nivel medio.
El punto de partida es que todos los usuarios tenían alrededor de un 60% de subsidios desde el 1 de octubre, cuando se aplicó el último incremento general del 10% y con el que el alza de tarifas acumuló 32% en el año (hubo un aumento de 20% en julio). La segmentación de agua y cloacas fue por criterios geográficos.
Según el ejemplo que ofreció la titular de Aysa, Malena Galmarini, en una conferencia de prensa en agosto, un usuario de altos ingresos que paga $ 861 antes de impuestos pagará después de esta quita de subsidios $ 2099 (más impuestos). El aumento, entonces, será de 150% en este segmento. Con todo, en el año acumulará cerca de un 230% para eliminar la ayuda del Estado.