Vaca Muerta, el principal yacimiento de hidrocarburos no convencionales de Argentina, se prepara para un salto significativo en su actividad operativa durante 2026.
Según estimaciones de la Fundación Contactos Energéticos, se proyecta que el año cierre con 28.040 etapas de fractura, un indicador que combina perforación y completación de pozos. Este aumento representa un crecimiento del 22% respecto a 2025 y un 57,4% frente a 2024. En términos de participación, YPF lidera con 13.600 etapas, seguida por Vista, Pluspetrol, Tecpetrol, Pampa, Shell y PAE.
Este proyecto estratégico busca facilitar la exportación de crudo. Se prevé que el tramo Allen–Punta Colorada esté en fase de pruebas hacia el cuarto trimestre de 2026, con una capacidad inicial de aproximadamente 180.000 barriles por día (bpd), proyectando alcanzar entre 550.000 y 700.000 bpd en fases posteriores. El financiamiento incluye un préstamo sindicado de 2.000 millones de dólares, cubriendo el 70% de la inversión, con un plazo de cinco años.