Diversos analistas y empresarios han advertido que existe riesgo de una nueva escalada del valor del crudo a nivel mundial a consecuencia del enfrentamiento entre Irán e Israel. A ello se le añade una variable inesperada local: la completa desregulación del mercado doméstico de combustibles que contiene la denominada ley “bases”, enviada por el presidente Javier Milei al Congreso la semana pasada.
Al asumir como presidente y CEO de YPF el ex team de Tecpetrol, Horacio Marín, prometió que la empresa se comportaría como cualquier otra sociedad anónima. Ello lo llevó a aplicar aumentos que llegaron al 65%. Lo que luego moderó debido al conocido impacto de los combustibles en toda la cadena de precios. Por tanto, en la inflación. Desde entonces llevó a precios la depreciación del peso respecto del dólar y los impuestos.
Ello no alcanza para lograr la equivalencia entre los precios internos y el valor internacional de exportación. Para lo que también existe un impedimento legal que el gobierno pretende modificar con la denominada ley bases. Lo que podría significar un brusco aumento de los combustibles tras su sanción.
Esa situación genera preocupación entre las compañías refinadoras, quienes advierten que el mercado no admite más subas por el momento y hay un marcado declive en los despachos de naftas. Por lo que, a toda lógica no se convalidarían mayores aumentos a pesar de que se logre aprobar la desregulación del mercado. No hay a quien venderle combustible tan caro.
GNL y facturas
Hace quince días el gobierno dispuso una suba en el gas mayorista de más del 386% y dejó atada las tarifas al dólar por lo tanto a las devaluaciones y los vaivenes cambiarios.
El artículo 5 de la resolución 41/2024 de la secretaría de Energía de la Nación determina cómo se deberán convertir a pesos los precios expresados en dólares por millón de BTU para el gas en PIST, según el artículo primero de resolución.
El artículo 6 redactado por el secretario de Energía, Eduardo Rodriguez Chirillo, ordena al Enargas “a emitir cuadros tarifarios que reflejen en forma mensual la variación del tipo de cambio de los precios a ser trasladados a tarifa”, de modo que las distribuidoras puedan trasladar los precios dolarizados expresados en pesos en las facturas que pagan los clientes.
A pesar de que el gobierno relicitó la reversión del gasoducto Norte y continuó con las obras en el Presidente Néstor Kirchner, Argentina necesita aún del gas licuado de petróleo (GNL) para pasar el invierno.
El GNL que Argentina adquiere en los mercados internacionales está atado a la cotización del petróleo Brent. Y el petróleo Brent es uno de los commodities más afectados por el conflicto en Medio Oriente.
Enarsa licitó y adjudicó ya 10 barcos que servirán para cubrir el abastecimiento entre el 22 de abril y el 14 de mayo. La cerró con Glencore y TotalEnergies a un precio promedio de casi 10 USD por millón de BTU. Cerca de un 25% más baratos que el gas boliviano comprado en enero y febrero de 2024.
Restan contratar entre quince y veinte busques resgasificadores más. Cuyo precio podría verse comprometido por el conflicto entre Israel e Irán porque el precio internacional del GNL está atado al Brent.
Paños fríos, Irán-Israel
El primer ataque contra territorio israelí lanzado por Irán en represalia por el bombardeo contra su consulado en Damasco ocurrido el 1 de abril, donde murieron seis sirios y siete miembros de la Guardia Revolucionaria logró que la cotización del crudo Brent llegara ayer a los USD 92, para hoy oscilar entre los USD 89 y 90.
El conflicto podría comprometer el comercio internacional de petróleo porque las naciones están ubicadas en sitios desde los que parten la mayoría de los buques petroleros o que los vehiculizan.
Nadie ignora la importancia geopolítica del Canal de Suez por donde circulan mercancías entre Oriente y Occidente a través de barcos cargueros. Por allí transitan la mayoría de las navieras con petróleo.
El estrecho de Ormuz también permite que fluya la producción del Golfo Pérsico. Equivalente a uno de cada cinco barriles de petróleo comercializados a nivel mundial.
Sin embargo, dos hechos asoman como posibles paños fríos del conflicto.
Los diplomáticos de Irán ante la ONU expresaron que “el asunto puede considerarse concluido” y que a pesar de que no hay más ataques planificados se responderá cualquier ofensiva israelí.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, advirtió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que Estados Unidos no participará de ninguna ofensiva israelí contra Irán.
Precios y bases
La ley bases podría generar un efecto paradójico en el sector energético. Es lo que la mayoría de las empresas demandan pero al mismo tiempo la liberación de los precios camino al “export parity” implicaría un fuerte impacto en la inflación. Por ello, en la industria se apresuran a subrayar que desde diciembre hasta acá se ha logrado achicar la brecha entre el precio local y el internacional.
El borrador de la norma contiene una desregulación económica del mercado de los combustibles. “El Poder Ejecutivo nacional no podrá intervenir o fijar los precios de comercialización en el mercado interno para ninguna de las actividades indicadas en el párrafo anterior”, dice el proyecto que pretende cambiar la redacción del artículo seis de la ley N° 17.319.
A ello le añade el capítulo del Régimen de incentivo para grandes inversiones (RIGI). Un conjunto de subsidios vía excenciones a la actividad petrolera que es demanda en particular por el sector gasífero en general: sus planes para llevar el gas hasta la zona industrial carioca tendrían de ese modo un régimen extra de plusvalía.
El petróleo Brent cotiza hoy a USD 90, menos las retenciones que representan un 8% retrocede a USD 82. Mientras que las refinadoras compran el barril a USD 66, un cuarto por debajo del precio que se paga en el mercado mundial. Ese 20% en dólares tiene un correlato en pesos cuyo traslado a precios impacta directo en toda la economía.