El presidente de la petrolera malaya pidió que se garantice el suministro para licuar. “No queremos que el gas fluya hacia la planta como última opción”, dijo Muhammad Taufik.
Petronas condiciona el financiamiento de la planta de GNL proyectada en Bahía Blanca en sociedad con YPF a la aprobación de una ley que garantice el suministro especifico de gas para licuar.
El presidente de Petronas, Tengku Muhammad Taufik, dijo que la compañía malaya solo continuará con el proyecto de GNL en Argentina si se le garantiza un suministro específico de gas en las fases iniciales. “No queremos que las moléculas de gas fluyan hacia la planta de GNL como última opción. Queremos asegurarnos de que sea una prioridad”, afirmó.
“La decisión final dependerá en gran medida del resultado de la aprobación de la ley. Estamos siguiendo de cerca lo que ocurre en Argentina en estos momentos”, dijo en declaraciones que reproduce The Edge.
“Como cualquier inversor queremos asegurarnos que los parámetros están dentro de los límites de inversión tolerables. A fin de cuentas, desde el punto de vista de la viabilidad y de los recursos, estamos viendo señales muy positivas”, agregó.
En septiembre del año pasado, YPF firmó con Petronas un memorando de entendimiento para trabajar en un proyecto integrado de GNL. Se trata de una sociedad en la cual la petrolera argentina tendrá el 51% de las acciones y la malaya el 49%.
En YPF esperan aprobar el proyecto de ley este año en ambas cámaras del Congreso. La hoja de ruta de la petrolera argentina ‑que deberá soportar los vaivenes de un frenético año electoral- incluye licitar antes de fin de año el primer tramo del gasoducto de más de 600 kilómetros que llevará gas desde las entrañas de Vaca Muerta al puerto de Bahía Blanca, donde se emplazará la planta de GNL.
Como cualquier inversor queremos asegurarnos que los parámetros están dentro de los límites de inversión tolerables. A fin de cuentas, desde el punto de vista de la viabilidad y de los recursos, estamos viendo señales muy positivas.
Muhammad Taufik
Por último, el cronograma diseñado por el presidente de YPF, Pablo González, es firmar entre marzo y abril la decisión definitiva de inversión entre la petrolera argentina y el gigante malayo.
En una primera etapa, la planta de GNL demanda una inversión de 10.000 millones de dólares. Por eso, Petronas pone condiciones y exige que queden plasmadas en una ley. El texto del proyecto incluye un paquete de beneficios tributarios y le otorga a la compañía malaya la libre aplicación de hasta el 50% de las divisas obtenidas.
La discusión política en argentina respecto de la exportación de hidrocarburos choca con la política estatal de los últimos años que prioriza el mercado interno. González detalló el escenario energético argentino a principios de julio, cuando presentó en la comisión de Energía de Diputados el proyecto de promoción de GNL.
Según explicó, la demanda local de gas ronda hoy los 1,8 trillones de pies cúbicos, mientras que la proyección para 2030 es de 2,4 trillones de pies cúbicos y para 2040 se estimada una demanda de 3,6 trillones de pies cúbicos.
“A este nivel de consumo tendríamos reservas para unos 170 años”, explicó González y agregó que la transición energética no va a durar esos años.
Por eso, en el gobierno consideran que el desafío de Argentina es monetizar esas reservas de gas. “Tenemos que ver la forma de abastecer el mercado interno y los saldos exportarlos a través de GNL”, planteó el titular de YPF.