7 de julio de 2024
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Los activistas climáticos en alerta por la fusión de grandes petroleras

Las empresas apuestan a la demanda de hidrocarburos a corto plazo y consideran que la transición a fuentes de menor emisión llevará décadas.

Las fusiones encaradas por las principales petroleras a nivel mundial sacudieron el mercado de los hidrocarburos pero también pusieron en alerta a los activistas climáticos toda vez que ven en riesgo los objetivos climáticos del Club de París.

La decisión de Chevron de comprar la petrolera Hess y la compra de Pioneer por parte de Exxon fueron señales claras de que las empresas de petróleo y gas prevén una fuerte demanda de combustibles fósiles en la década de 2030.

Esto, a pesar de las medidas que impulsan varios gobiernos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover el desarrollo del sector renovable.

Es probable que haya más fusiones y adquisiciones de combustibles fósiles, dijeron expertos del sector a Axios. El resultado puede ser menos (y más grandes) empresas capaces de soportar de manera más eficiente las fluctuaciones de los precios del petróleo.

Las empresas ven la persistente demanda global de hidrocarburos a corto plazo y consideran que la transición a fuentes de menor emisión será un proceso que llevará décadas. “Mientras tanto, los hidrocarburos seguirán siendo una pieza vital de la economía global hasta el final del siglo”, dijo Shon Hiatt, director de The Business of Energy Transition Initiative (BET).

La Agencia Internacional de Energía (IEA) predice que la demanda de petróleo, gas y carbón alcanzará su punto máximo para 2030 antes de declinar, lo cual ha llevado a advertencias de que enfocarse en la infraestructura de los combustibles fósiles podría ser equivocado.

Las dos megafusiones formarán parte del telón de fondo de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Clima que se desarrollará en Dubai a fines de noviembre.

Sector Energético contó ayer que el gigante petrolero Chevron decidió comprar la perforadora Hess por USD 53.000 millones, para ampliar su presencia petrolera en Estados Unidos y hacerse con una participación en los enormes descubrimientos de su rival Exxon Mobil en Guyana.

La decisión de Chevron ocurre apenas 11 días después de la compra de Pioneer por parte de Exxon Mobil, una operación que se cerró en USD 59.500 millones.

Las dos operaciones que sacuden a la industria petrolera suman años de producción de petróleo y gas a los principales productores de crudo de Estados Unidos.

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