La petrolera canadiense con socios locales Crown Point Energy, atraviesa un momento clave a partir de la renuncia de Gabriel Obrador a los cargos de Presidente, CEO y Director tanto de la compañía como de sus subsidiarias, un directivo clave en las expectativas que generaba la compañía en la reconfiguración del mapa petrolero.
La salida fue informada a la TSX Venture Exchange y a la Comisión Nacional de Valores (CNV) y hasta el momentos sólo se informó que las funciones ejecutivas serán asumidas de forma interina por Marisa Tormakh, Vicepresidenta de Finanzas y CFO de la compañía, y Hermann Steinbuch, Vicepresidente de Operaciones de la filial argentina.
Pero hablar de Crown Point es también es hacerlo del hombre fuerte del grupo que es Pablo Peralta , el presidente y controlante de Liminar Energía, accionista controlante a su vez de Crown Point Energía. Peralta viene del mundo de los bancos, las finanzas y los seguros, pero desde el 2017 compró la mitad de las acciones compañía Crown Point para adentrarse en el mundo petrolero.
En ese proceso de diversificación, Peralta volvió a ser noticia este año cuando se conoció que estaba al frente del grupo empresario que adquirió las operaciones de Mercedes Benz Argentina y su icónica planta ubicada en Virrey del Pino, provincia de Buenos Aires.
La empresa del segmento de los hidrocarburos, constituida en Canadá y con operaciones centradas en la Argentina , mantiene actividades en cuatro cuencas productoras: Golfo San Jorge, Austral, Neuquina y Cuyana. La transición en el liderazgo ocurre en un momento en que la firma busca consolidar su presencia en el sur del país.
El cambio de mando en Crown Point generó alerta a la luz de lo ocurrido recientemente con la reestructuración de pasivos que tuvo que afrontar la petrolera Aconcagua , una sociedad fundada por dos ex YPF, Diego Trabucco y Javier Basso, que era presentada como la nueva Vista pero que en pocos meses comenzó a incumplir y a tener que reestructurar sus compromisos de deuda.
La incosistencia financiera de la petrolera local llevó a un acuerdo por el cual Vista Energy, la compañía fundada por Miguel Galuccio, acordó una inyección de capital en Petrolera Aconcagua Energía en una operación realizada junto a Trafigura, a través de la sociedad Tango Energy , que encabeza el ex CEO de YPF Pablo Iuliano.
El salvataje consiste en una capitalización de US$ 36 millones a cambio del 90% del capital accionario de Aconcagua, acuerdo que está sujeto al éxito de la reestructuración de su deuda, estimada en US$ 392 millones, mientras que el 10% restante del capital de Aconcagua continuará en manos de sus fundadores.
Vista busca fortalecer su estrategia en áreas con potencial no convencional, como Loma Guadalosa y Payún Oeste, explicaron fuentes del sector, al recordar que la empresa ya mantenía vínculos con Aconcagua desde principios de 2023, cuando le transfirió cinco activos convencionales en una operación en la que además de una serie de pagos se acordó una participación de la producción.
Las alarmas en el mercado se encienden porque al salir el CEO que actuaba como garante de la sustentabilidad operativa y financiera de Crown Point hoy ya no está, por lo cual se abre la incertidumbre sobre la complejidad financiera en la que ingresó la compañía para poder financiar su crecimiento en activos convencionales importantes.
Apenas en junio, Crown Point anunció la adquisición del 95% de participación operativa en las concesiones hidrocarburíferas El Tordillo, La Tapera y Puesto Quiroga , ubicadas en la provincia de Chubut, con las cuales incrementó su producción y reservas en el país donde ya operaba en las cuencas del Golfo San Jorge, Austral, Neuquina y Cuyana.
La compañía llegó a la firma de acuerdos con Tecpetrol, YPF y Pampa Energía para adquirir sus participaciones en los tres bloques convencionales en la cuenca del Golfo San Jorge, a unos 40 kilómetros de Comodoro Rivadavia. En esas áreas convencionales, la empresa provincial de energía Petrominera se reserva el 5% de participación.
Pero los analistas observan que 2025 era un año clave luego del cierre del período anterior con una pérdida superior a los $6.000 millones , y un pasivo de 200.000 millones cercano al valor de sus activos, algo manejable en tanto se puedan alinear factores claves como el precio del barril de crudo, el contexto petrolero y el acceso al financiamiento que se esperaba fuera más barato a esta altura.
Pero el escenario encuentra a varias empresas que buscaban dar el salto de crecimiento a partir del lugar que dejan las grandes petroleras que se ahora se enfocan en Vaca Muerta , con un marco de colocaciones de deuda a tasas altas, que salvo para grandes jugadores con negocios consolidados, difícilmente pueda bajar de una tasa del 10%, complica las operaciones si se busca llevar adelante un negocio petrolero real y no un entramado más financiero con activos en liquidación a bajo costo.