La producción de gas y petróleo en Argentina volvió a mostrar cifras contundentes en junio, que reflejan el crecimiento sostenido del sector no convencional.
Según un nuevo informe del Instituto de Energía de la Universidad Austral, la producción total de gas natural alcanzó los 156,97 millones de metros cúbicos por día , lo que implica un crecimiento interanual del 7% .
Este impulso fue liderado por el gas no convencional, principalmente shale gas, que alcanzó los 103,65 millones de m%B3/día , es decir, 66% del total nacional , marcando un nuevo récord histórico de participación en la matriz energética.
La Cuenca Neuquina , epicentro de la actividad, concentró el 73% de la producción nacional de gas , con un fuerte crecimiento interanual del 5%.
Dentro de la región, el shale gas mostró un salto del 13% anual y representó más del 76% de la producción regional , destacándose el desempeño de bloques como Fortín de Piedra (Tecpetrol) , Aguada Pichana (Total Austral y PAE) y El Orejano (YPF) .
En cuanto al petróleo, la producción nacional fue de 124.130 m%B3/día , un 10% más que en junio de 2024 . El segmento no convencional volvió a ser el protagonista, con 75.320 m%B3/día , lo que equivale a un 60,7% del total nacional .
El shale oil fue el principal motor del crecimiento, en especial en las áreas operadas por YPF , como Loma Campana, La Amarga Chica y Bandurria Sur , que lideraron la expansión con un aumento interanual del 24% .
El estudio advierte que mientras el shale crece de forma robusta, el tight gas y el petróleo convencional continúan su declive: la producción convencional en la Cuenca Neuquina cayó un 14% en gas y un 2% en petróleo en comparación con el año anterior.
“El desarrollo de Vaca Muerta, junto con mejoras operativas, nuevos proyectos e infraestructura de transporte, permite sostener una curva de crecimiento constante y cubrir con holgura la demanda invernal”, destaca el informe.
La tendencia refuerza la reconfiguración estructural de la matriz energética argentina , que se vuelca cada vez más hacia recursos no convencionales, por su mayor eficiencia, productividad y rentabilidad .
También plantea un desafío: la creciente dependencia de una sola cuenca y un tipo de recurso , lo que exige planificación a largo plazo, políticas estables y estímulo a la inversión.
El contexto internacional y local sigue siendo incierto, pero los datos de junio consolidan una realidad: el shale argentino no solo está en su mejor momento, sino que marca el rumbo de la energía nacional .
