La Asociación de Distribuidoras de Energía eléctrica Latinoamericanas (Adelat) publicó hoy un documento en el que resalta la necesidad de modernizar los sistemas de distribución de los países de la región, en el marco de la transición energética en favor de la reducción de emisiones, para lo cual se requerirán “inversiones en redes y tecnología sin precedentes”.
El objetivo del trabajo realizado por consultores y expertos es impulsar el nuevo rol de los Operadores de Sistemas de Distribución como “actor clave de la transición energética regional, promoviendo la evolución de los marcos regulatorios, pasando de un enfoque de optimización de costos a uno de maximización de los beneficios sociales de las inversiones”.
“Es crítico para el éxito de la transición energética el empezar ya el proceso de modernización de la distribución eléctrica, de modo de permitir el desarrollo de la generación distribuida, la electromovilidad, la electrificación de los edificios y las empresas. Además, nuevos actores y modelos de negocio vendrán de la mano de esta transformación energética”, dijo el director de Adelat, Ignacio Santelices.
Los principales desafíos que deberán enfrentar los actores del sector son la mejora de la calidad del servicio, la transformación de la red como una plataforma digital, universal, neutra y habilitadora de nuevos modelos de operación y servicios, recursos distribuidos y profundización de la electrificación y el fomento de la eficiencia económica del sistema eléctrico, acoplando oferta y demanda.
En ese sentido, Adelat propone, establecer incentivos para la mejora continua en calidad del servicio e Incentivos para la resiliencia de los sistemas de distribución; establecer remuneración de los costos reales asociados a la base de activos del servicio de distribución, y la remuneración oportuna y adecuada de las inversiones, coherentes con las necesidades y prioridades de la transición.
En el documento se resalta la “necesidad de modernizar las redes de distribución en el marco de la transición energética, para lo cual se requerirán inversiones en redes y tecnología sin precedentes”.
En este sentido, “pone en valor el aporte del sector de distribución y funciona como insumo para comprender que se requiere una evolución en la visión regulatoria de los países de la región”.
“La modernización de la distribución debe comenzar ahora, sin tener que esperar grandes reformas normativas, favoreciendo la inversión y la innovación tecnológica de acuerdo a los requerimientos de una transición energética exitosa”, se destacó en el documento.